Sábado 21/07

LIMPIEZAAAA!!

Suena una corneta lejana, 9.30h de la mañana. Hoy no hay tiempo para remolonear. Mal armados con dos escobas, un poco de lejía y un palo con trapos atados (se hace llamar fregona). Nuestros enemigos: la suciedad y el desorden acumulados tras una semana. Nuestra misión: ¡acabar con ellos!


La misión parecía fácil; barrer por aquí, fregar por allá... nada del otro mundo.


Divididos en cuatro batallones: 


1. Cocina y comedor, formado por Kike y Ferdo.
2. Habitación, compuesto por Raquel, Perez y Gil.
3. Patio y clases, Cristina y Blanca.
4. Baños, en cuyas filas estaban Gonzalo, Fabiola y Marta.


La jornada transcurría con tranquilidad, se oía el ruido de las escobas, palos azotando alfombras... El enemigo retrocedía y la limpieza parecía triunfar. 
Pero no todo era tan bonito. El batallón que se dirigía hacia los baños no sabía que había sido enviado a una misión suicida. Detrás de esas puertas se escondía una cruda realidad y que los escritores testigos de primera mano de aquella barbarie no encuentran palabras elegantes para describirlo.

Pasaban las horas y la desesperación aumentaba. La desesperación y el número de arcadas. La situación llegó a ser extremadamente desagradable en determinados momentos. Pero la fuerza del batallón, su ímpetu en los momentos más difíciles y sus ganas de superarse hicieron que la misión fuese todo un éxito.  Tras varias horas de duro trabajo pudimos completar nuestro cometido. Saldo de la batalla: enemigo muerto en combate y ciertas articulaciones doloridas entre nuestras filas. Nada que una siesta no pueda arreglar.

                                

                               (fotos del antes y el después)

Hay pocas cosas mejores en la vida que despertarse de la siesta para asistir, a continuación, a una  clase magistral acerca de Nutrición y Dietética impartida por la prestigiosa y célebre doctora Del Campo Mur. La clase ha resultado muy interesante y didáctica. Ya tenemos la confirmación científica de que la dieta Suk’il tiene algún que otro fallito.

Y nada mejor para acabar el día que otra sesión de tortura china. Esta vez, la encargada de dirigirla ha sido Raquel. La excusa: iniciarnos en el maquiavélico mundo del Pilates. Quien crea que es algo relajado que lo pruebe. Pronóstico de nuevas agujetas para mañana.

Por último hemos cenado unos filetes con guisantes. Nos han sabido tan bien, que más de uno ha preguntado a su compañero: ¿De verdad no te vas a comer eso? Lo que ha desencadenado una pelea para ver quién se comía los nervios del filete restantes en los platos.

Hasta aquí la crónica del sábado.  Estamos seguros de que los guerreros dormirán plácidamente y orgullosos del la victoria de hoy.

Un fuerte abrazo:

                El Clanpiriña.