viernes, 10 de agosto de 2012

Viernes 10/8

Esto se acaba. Ya tenemos casi asimilado, y con gran dolor, que nuestra estancia en Argentina está llegando a su fin.
El día de hoy ha comenzado con una pequeña excursión a la oficina de Alitalia (nuestra graaaan compañía aérea), con la que teníamos unos asuntos pendientes. Teníamos que confirmar que para la vuelta disponíamos de las mismas condiciones que se nos habían asegurado a la hora de comprar los billetes. Dos maletas para facturar por cabeza.
Después hemos puesto rumbo al Tigre, barrio de Buenos Aires famoso por sus numerosas islas formadas como resultado de las diferentes desembocaduras de muchos y pequeños ríos en el Río de la Plata. Para poder apreciar con detalle la belleza de este enclave hemos cogido un barco turístico en el que hemos dado un paseo de una hora por los diferentes canales mientras el capitán nos explicaba los detalles del lugar. Aunque alguno se ha quedado dormido dado el clima tan estupendo que nos ha acompañado y el suave vaivén de las olas, hemos salido muy satisfechos de la excursión. Hemos aprendido, nos hemos relajado y hemos podido apreciar con detalle una parte, hasta ahora desconocida, de Buenos Aires
A continuación, hemos comido unos deliciosos bocadillos de milanesas al horno aderezados con un poco de ketchup y de mayonesa cortesía (aunque no pretendida) del Mcdonnals y del Burger King. Aunque el español fino después de comer siente frío, la ausencia de nubes y de viento y la presencia de un brillante sol nos ha obligado a desprendernos de nuestros abrigos (camperas para los argentinos). Una vez que teníamos el estómago lleno hemos ido a los muelles del puerto donde había muchos puestos de artesanía y de productos típicos de aquí a buen precio. Hemos comprado algún que otro detalle a nuestras familias y amigos que tan ansiosos esperan nuestro retorno. Y para nosotros también.




Como se nos hacía tarde, hemos cogido un tren que pasaba por la costa. Inocentes tal vez, pensábamos que podríamos ver pintorescos pueblecitos de costa reflejados en el agua. Pues bien, no hemos visto ni los pintorescos pueblos ni el agua.

Los años pasan factura y al llegar a la estación del centro de Buenos Aires que nos correspondía, nos hemos quedado sin fuerzas y hemos decidido volver a la Casa Scout. No teníamos nada comprado de cena y hemos improvisado nada más y nada menos que un...¡ASADO!. Por una vez todos estábamos de acuerdo. Hemos comprado 4 kg. de cuarto trasero, dos tiras de asado y, por supuesto, una ristra de chorizos y un poco de matahambres, nuestro gran descubrimiento cárnico en Argentina.



En la terraza de la casa Scout hay una barbacoa que hemos adecentado para esta ocasión tan especial. Nos ha costado encenderla pero con la ayuda de un secador de viaje y mucha paciencia hemos conseguido tener unas buenas brasas.
¿El resultado de tan arriesgada empresa? Ha sido un éxito rotundo. Sin duda hemos aprendido del mejor maestro asador, Pablo Zitto por lo que la carne nos ha quedado muy rica. Nos hemos comido todo encantados y las sonrisas se han dibujado en nuestra cara durante toda la cena. Por si esto fuera poco, de postre hemos degustado unos alfajores buenísimos que nos han regalado en la Tienda Scout. Ha sido todo un detalle. A su salud.


Para acabar el día, hemos aprovechado el buen clima para poner música y bailar, hacer el tonto y reir durante un buen rato. Nos vamos a la cama agotados pero encantados.

Eso es todo por hoy. Un fuerte abrazo:

El Clanpiriña.

1 comentario:

  1. Antes de que acabe, justito antes de cerrar este fantástico blog que nos ha mostrado vuestras vicisitudes durante este mes, deciros lo sorprendente de vuestra capacidad de organización, lo muy unidos que se os ve, que qué bueno tener hijos que van en Agosto a Argentina a hacer lo que habeis hecho (y se han divertido) en vez de ir a Ibiza a no se sabe muy bien qué por muy diverido que sea, deciros que no entiendo como unas chicas tan verdaderamente guapas están con unos mastuerzos vomo vosotros, y también expresar mi personal y público agradeciemiento a Quique y Raquel porque son el ejemplo vivo de que se puede ser inteligente y buenas personas. Que tengais buen viaje de vuelta.
    Juan Sánchez

    ResponderEliminar