Domingo 12 Lunes 13

Proximo destino: MAD T2

- ¿De quién es esta toalla?

- ¿Dónde están mis alfajores?

- ¿Este es el montón de ropa para tirar?

Eran algunas de las frases que se oían el domingo de madrugada. Antes de que pudiéramos darnos cuenta, estábamos todos abajo cerrando el campamento y despidiéndonos de los que se quedaban. Nos subimos a la combi rumbo al aeropuerto. Por un lado tristes porque ya tocaba dejar Argentina y por otro lado con ganas de volver a España. Pero sobretodo conscientes de la paliza de viaje que nos esperaba.

Facturamos nuestros bultos y no fue solo uno por persona, podíamos permitirnos alguno más. Desayunamos un cafecito viendo la final de baloncesto mientras esperábamos a que abrieran la puerta de embarque y por supuesto gastamos todos los pesos que nos quedaban.

Entramos en el avión y el pensamiento fue claro "En este sitio yo no quepo". Si a la ida habíamos ido apretados lo de ahora iba a ser un espectáculo. En el viaje a Iguazú estábamos preocupados por los 130º de inclinación del asiento, aquí eran 85º. Las modalidades para dormir fueron varias: cabeza encajada entre el asiento y la ventana, en la mesa del compañero, sacrificando el cuello y dejando la cabeza despendolada.... en fin que tuvimos que recurrir a la Dormidina. Es verdad que con los llantos de los niños y las señoras intentando que el avión supiese que eran las más viajeras del lugar, la Dormidina solo sirvió para que fuesemos en una especie de tortura de Guantanamo en la que no podíamos dormir pero estabamos totalmente groguis. Alguno que otro incluso intento pasarse por un viajero de primera clase, placer que solo pudo disfrutar por 15 minutos antes de que le mandasen de vuelta a su sitio.

Llegamos puntualmente a las 7:30 y sabiendo que nos esperaban 12 horas por delante en Roma lo primero que intentamos fue cambiar nuestro billete a las 8:55 y ahí comenzó “Pekín express”: --> información alitalia “tienen que ir a la puerta D2”--> control de pasaportes “ corred..!”-->puerta D2 “aquí no hay nadie”--> ventanilla de alitalia “si no tuvieseis maletas facturadas podriamos cambiarlo pero...la maleta debe seguir al pasajero. Probad en el de las 14.00h” --> mostrador alitalia “podemos cambiaros pero solo  hay sitio en primera clase, tendriaís que pagar 200 euros”.

Nuestro gozo en un pozo. Definitivamente teniamos 12 horas por delante en Roma.

Para solucionar esta descomunal cantidad de tiempo decidimos ir a Ostia, a visitar las ruinas. Para ello continuamos con nuestro “Pekin Expres”: oficina de turismo “teneis que preguntar en la estación de bus” --> estación de bus “teneis que coger un tren” --> estación de tren “ teneis que coger un bus” --> conductor de bus “este es el bus pero no vendo billetes” --> primera ventanilla de “venta de tickets” --> segunda ventanilla de “venta de tickets” --> tercera ventanilla de “venta de tickets”.

Lo logramos!! Llegamos con aire triunfal a Ostia cuando de repente se nos acerca un señor con aire amable y nos dice “Ostia is closed, today is monday, monday is closed”. Nuestra contestación comenzó con una risilla nerviosa que acabo en una gran carcajada debida al absurdo de la situación. Como buenos Scouts sonreimos ante la dificultad y nos dirijimos hacia la playa. “El tiempo pasa despacico, el tiempo pasa despaaaaciiiiiiiicoooooooo”

Después de una comida copiosa y un rápido chapuzón nos dirijimos de vuelta al aeropuerto. A pesar de todos nuestros esfuerzos aun quedaban 5 horas hasta el embarque. 

No sabemos como pero el momento llegó: Pasageros del vuelo AZ 064 con destino Madrid embarquen por la puerta C 14. 

En el avión a Madrid dormimos los 6 como chanchos y por fin pisabamos España.

Esperamos las hazañas de Ferdo y Raquel que nos contarán cuando regresen.

Un fuerte abrazo a nuestros queridos seguidores.

El Clanpiriña